A principios de año Pepe Sánchez fue noticia en todos los sitios de básquet del país y en unos cuantos del exterior cuando se puso la camiseta de
Bahía Basket, el club del que es ideólogo y presidente, para jugar contra Gimnasia el que (dijo por entonces) iba a ser el último partido de su carrera. Lo cierto es que ahora acaba de decirse lo contrario: según
pública el diario La Nueva Provincia, el campeón olímpico volvería a jugar en el torneo local de Bahía Blanca junto con el Pipa Gutiérrez, en lo que esconde una noticia muy dolorosa: oficialmente, el equipo
se bajó de la Liga Argentina, cerrando el círculo de un proyecto que supo ilusionar a propios y extraños, pero que se retira por la puerta de atrás. Hace poco más de un año descendió en la Liga Nacional con una de las peores campañas de la historia y en la segunda categoría jamás estuvo ni cerca de pelear por el regreso. De esta forma la
Capital del Básquet se quedó sin representantes en la elite y si sigue en la segunda categoría será de la mano de Villa Mitre. El proyecto de Pepe, mientras tanto, es una incógnita. Ojalá sigue adelante y pueda volver a ser, pero ahora mismo nadie se anima a apostar por ello. (Foto prensa ABB)
Es lo mejor que pudieron hacer, quedó clarito que fue un negocio que duró hasta que pudo vender la primera camada de jugadores que les robaron a varios clubes, por eso duró entre 2015 y 2017. Luego no supieron cómo hacer otra y el periodismo se comió el verso de que eso iba a cambiar al básquet argentino. Fue un negocio para cuatro vivos.
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