Para evitar andar con la calculadora y cortando clavos, queda cambiar el chip y ganarle a España (que venció 88-77 a Japón) en el próximo juego, el jueves a las 9 de la mañana. Habrá que mejorar la defensa, solidificar el rebote y que aparezca el juego de equipo, que ante los eslovenos brilló por su ausencia. Scola hizo su trabajo en el goleo (23 puntos que lo transforman en el cuarto anotador de la historia de los Juegos), igual que Campazzo (21) y Deck (17), pero la fortaleza de los nuestros está en lo colectivo y eso falló. Lo bueno es que Luka Doncic (que brilló con 48 puntos, 11 rebotes y 5 asistencias) ya no va a estar del lado de enfrente. (Foto FIBA)

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