Seriedad, festejo, alegría... todos los estados caben en este momento de la selección nacional, que en apenas dos partidos de los Juegos Olímpicos volvió a ilusionar a todos con que una nueva hazaña es otra vez posible. Nigeria primero y Croacia después ya comprobaron que Ginóbili y Scola siguen vigentes, pero que los de celeste y blanco son mucho más que ellos. Los veteranos llevan la bandera, los nuevos demuestran que están a la altura y encima el público se hace sentir como nunca en Río de Janeiro. Si éste va a ser el cierre de una era, lo estamos disfrutando a pleno, más allá de lo que pase contra Lituania, Brasil y España. Ojalá se pudiera detener el tiempo y hacer que dure para siempre... (Foto fiba.com)
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