Argentina y Uruguay esperaban noticias que no se dieron, pero lo que ocurrió no fue malo en absoluto. FIBA le dio el Mundial 2023 a Japón, Indonesia y Filipinas, mientras que al Río de la Plata le reservó el siguiente, siempre y cuando nuestros países hagan los deberes. En seis meses, será momento de presentar avales políticos y económicos (algo que no es sencillo en esta región del mundo, sobre todo a largo plazo) y de elaborar un plan para mejorar la infraestructura, un rubro donde Argentina está en deuda, sobre todo en el tema estadios. Algunos de los mejores (el de Mar del Plata, por ejemplo) están muy lejos de las 10 mil personas sentadas y otras comodidades que requiere el evento y habrá que ver cómo se logra, en seis meses, convencer a la Federación de que lo que se prometa se va a cumplir...
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