El que lleva la pelota es Ariel Bernardini, el que lo marca es Marcelo Capalbo y quien pone la cortina por la espalda del base celeste es Gabriel Moravansky, en su única experiencia como integrante de la selección nacional. Y fue una de las importantes, cuando todavía no había llegado a Gimnasia, donde encontró su lugar en el mundo. Por entonces jugaba la Liga Nacional en Ferro y fue uno de los hombres en los que confió Guillermo Edgardo Vecchio para conformar un seleccionado de emergencia, ya que nuestra máxima competencia estaba disputando los playoffs y muchos jugadores no estaban disponibles. El alero sacó la cara, hizo su trabajo y colaboró para que Argentina fuera subcampeón sudamericano de Mayores el 3 de junio de 1995, tras dejar en el camino a Brasil en semifinales y perder la final ante Uruguay, hace exactamente 25 años. (Foto prensa CABB)
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