Fue uno de los mejores jugadores de la historia del básquet de la ciudad. Saltarín espectacular con carácer ganador, Carlos Pasetti tenía 17 años cuando en 1950 anotó el doble del triunfo para la selección platense en el Provincial de Bahía Blanca. Fue la única ocasión en que La Plata fue campeón en la Capital del Básquet, que todavía no se hacía llamar así, y fue el trampolín para Carlitos, que fue dos veces más campeón provincial y llegó hasta la preselección argentina, con la que estuvo cerca de jugar los Juegos Olímpicos de 1952.
Brilló en cada una de las canchas que pisó, pero sobre todo en las de Platense, su club de siempre, y en la de Estudiantes, donde terminó su carrera y brilló con luz propia. Con Carlos Pirera y Héctor Pousada (de YPF) fueron Las Tres P, sinónimo de espectáculo en los años 50 y una leyenda para todos los que los vieron jugar.
Gran tipo, laburante y crack en una época plenamente amateur, jamás cobró un peso por jugar al básquet y repartía su tiempo entre la pelota naranja y la carnicería familiar. Desde allí vio crecer a su hijo, el inolvidable Negro Pasetti, y a su nieto Julián, que lleva el básquet en la sangre por la herencia del abuelo. Para ellos, y para todos, fue un mazazo la noticia: Carlitos falleció esta mañana a los 86 años. Y Galeano, en 53 entre 18 y 19, es por estas horas la cita obligada del básquet platense, para darle a una de sus estrellas el último adiós.
Brilló en cada una de las canchas que pisó, pero sobre todo en las de Platense, su club de siempre, y en la de Estudiantes, donde terminó su carrera y brilló con luz propia. Con Carlos Pirera y Héctor Pousada (de YPF) fueron Las Tres P, sinónimo de espectáculo en los años 50 y una leyenda para todos los que los vieron jugar.
Gran tipo, laburante y crack en una época plenamente amateur, jamás cobró un peso por jugar al básquet y repartía su tiempo entre la pelota naranja y la carnicería familiar. Desde allí vio crecer a su hijo, el inolvidable Negro Pasetti, y a su nieto Julián, que lleva el básquet en la sangre por la herencia del abuelo. Para ellos, y para todos, fue un mazazo la noticia: Carlitos falleció esta mañana a los 86 años. Y Galeano, en 53 entre 18 y 19, es por estas horas la cita obligada del básquet platense, para darle a una de sus estrellas el último adiós.
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