¿Se viene el escritorio?

Esta noche se va a disputar la última fecha de la fase regular en el Torneo Clausura de la A-1, mañana en el de la A-2 y el jueves en el de la B-1. El viernes, mientras tanto, se va a jugar la final de la B-2 y toda la programación se puede consultar en el sitio oficial de la Asociación Platense de Básquetbol, ingresando en este link. Pero lo que no dice en ningún lado es que muchos de esos partidos podrían no servir para nada, porque ascensos, descensos y otras yerbas podrían definirse por votación y no en la cancha. ¿Suena absurdo? Sí, pero es lo que podría pasar entre hoy y mañana, antes que la mayor parte de los partidos se disputen. Y por eso vale la pena detenerse un poco a contar la historia...

1) El estatuto de la APB (que está disponible aquí) dice en su artículo 76 que, en relación a sus torneos, la Primera división deberá contar con 12 (doce) equipos como máximo y en su reglamento general agrega que en Segunda de Ascenso podrá haber como máximo 8 (ocho) equipos, y que todos los demás (siempre que sean un mínimo de seis) deberán jugar en Tercera.

2) Se sabe, todo esto no se cumple desde 2015, cuando los torneos superiores adoptaron el formato actual, que arrancó con 16 equipos en Primera (divididos en A-1 y A-2), otros tantos en Segunda (entre B-1 y B-2) y el resto en Tercera, que ahora se llama Promocional y no otorga ascensos. Todo en medio de un enorme crecimiento: hoy hay 53 equipos de Mayores en la rama masculina.

3) Después de muchos amagues, este año se está trabajando para readaptar los torneos al estatuto, con referentes de algunos clubes presentando propuestas y la Comisión de Competencia evaluando los pro y los contras. La consigna es volver a torneos largos, que permitan a los clubes y cuerpos técnicos trabajar sin urgencias. Y de paso cumplir con el artículo 108, que dice que los ascensos y descensos sólo deben producirse al final de los campeonatos anuales, algo que tampoco ocurre ahora.

4) Tras un largo debate, parece haber consenso para volver a un torneo de 12 equipos en Primera, algo que cumpliría con el estatuto, y a otro torneo de 12 equipos en Segunda (algo que excede el máximo permitido para la categoría). Pero lo que no está tan claro es cuándo comenzaría a regir el cambio. Aunque para saberlo podrían faltar apenas unas horas.

5) Habida cuenta de que los torneos actuales comenzaron en marzo y que la propuesta de modificación fue posterior y con los campeonatos en marcha, la idea original era que el nuevo formato se pusiera en marcha en 2027, usando el año que viene como una temporada de transición. Pero con los torneos a punto de terminar, se está hablando de adelantar el cambio para 2026, tal como lo anticipó la semana pasada Diagonal al Aro, en una nota que se puede leer aquí. Y, por supuesto, hay motivos.

6) Platense, Banco Provincia, Universal, Gonnet y Reconquista hoy juegan en la A-1 y todavía podrían bajar a la A-2. Pero si se aprueba el cambio ya mismo, se asegurarían permanecer en el grupo de privilegio sin necesidad de discutir ese lugar en la cancha. Y eso también faverecería a Náutico Ensenada, Juventud y Astillero, que están clasificados para disputar los Repechajes, que ahora mismo no está claro si se jugarán o no.

7) UNLP, Hogar Social, Asociación Mayo y Deportivo San Vicente ahora mismo son los cuatro últimos de la A-2 y tienen riesgo de descender a Segunda. Si se aprueba el cambio, para ellos sería lo mismo descender o no: igual bajarían a Segunda, y recién tendrían chance de regresar a Primera a finales del año que viene. 

8) Atlético Chascomús y Deportivo La Plata van a jugar la final de la B-2 y el ganador empezaría el año que viene en la B-1. O en Segunda, si se aprueba el cambio. ¿Y el perdedor? ¿Jugará Repechaje para subir? ¿Lo harán también Villa Elisa y Reconquista B? 

9) Capital Chica, el último de la B-1, sabe que iniciará el 2026 en la B-2. Si se cambian los torneos, en cambio, lo haría en Tercera. Y también podrían bajar a Tercera, al menos por el momento, Atenas B, CEyE, Villa San Carlos y Sud América. ¿Eso impactará en la forma en la que van a votar sus representantes en el Consejo Directivo? Parece obvio que tendría que influir.

10) Lo último: está previsto que los clubes voten mañana mismo si cambian los torneos para el año que viene o lo van a hacer recién para 2027. Y si votan por hacerlo desde 2026 seguro habrá ascensos y descensos que se decidan levantando la mano y no jugando, con el agravante de que sería apenas unas horas antes de que se disputen partidos decisivos. Ya en la interna de muchos equipos se está hablando de que lo que ocurra en los escritorios los va a salvar o los va a condenar. Y no es nada saludable eso.

11) Nuestra postura es algo que ya debiera haber quedado clara, pero por las dudas lo aclaramos de nuevo: creemos que los ascensos y descensos deben definirse en la cancha y no por votación. Que se debe respetar la forma de disputa y no dar lugar a sospechas. Cambiar las reglas en la misma semana en que los torneos se están definiendo es (como mínimo) desprolijo. Y puede ser un error histórico que rompa la credibilidad de la Asociación y del básquet de la ciudad. Ojalá que no suceda.