Los que dicen que la Liga de Desarrollo sirve para bien poco, tienen ejemplos de sobra con nombre y apellido. Uno de ellos es el de Facundo López Banegas, el base que la rompió en Unión Vecinal en el Federal y que hasta el año pasado jugaba en el TNA. Este año está en Boca, pero lo que parecía ser un paso adelante tiene todas las características de un retroceso. Sin lugar en la rotación del equipo de Ronaldo Córdoba, el bueno de Facundo quedó relegado a ocupar un lugar en la Liga de Desarrollo, donde su rol es el de (casi) un hermano mayor, como respaldo de sus jóvenes compañeros. Eso sí, mientras el plantel superior del Xeneize lucha por escapar del fondo, los pibes suman victoria tras victoria. (Foto bocajuniors.com.ar)
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