La historia cuenta que Jorge González fue el basquetbolista más alto que tuvo nuestro país y el más alto del mundo en su momento, la segunda mitad de la década del ochenta. Fue cuando recién asomaba la Liga Nacional y que Gimnasia lo trajo para jugar en las categorías de ascenso. Estaba cerca de los 2,31 metros que llegó a medir y por eso lo apodaron El Gigante. El mote hubiera servido también para sus zapatillas: como calzaba 56 había que hacerlas a medida, ya que era la única persona del país en usar ese número. Algunas todavía se conservan, como las de la foto, que están en exposición en Córdoba, dentro del Museo de Oberto, que eligieron acompañarlas con una imagen de sus años en el Lobo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario