Alberto Pedro Cabrera fue el base indiscutido de la selección nacional entre 1967 y 1974, tiempo en el que disputó dos Mundiales, y tuvo su despedida en el Luna Park, aunque después Bala Ripullone lo convenció para volver y ser campeón sudamericano en 1979 en su Bahía Blanca natal.
Fuera de la suya, La Plata lo disfrutó como ninguna otra ciudad ya que en 1976 se puso la camiseta de Gimnasia para disputar el torneo metropolitano poco más de una temporada. Quienes lo vieron jugar, saben que fue un privilegio. Y vale el recuerdo para un grande que se fue muy joven, el 12 de agosto de 2000, hace exactamente 20 años. (Foto diario El Día)
No hay comentarios:
Publicar un comentario