Era una de nuestras mayores glorias y en noviembre iba a cumplir 70 años como campeón del mundo. Juan Carlos Uder fue uno nuestros héroes del primer Mundial de básquet de la historia, cuando nuestro país organizó el torneo y lo ganó venciendo 64-50 en la final a Estados Unidos.
Alero de gran temperamento surgido de Ñandú y que hizo historia en Racing, había debutado en la selección en 1947 y vistió la camiseta nacional hasta 1955, un año antes de que la Revolución Libertadora lo suspendiera de por vida junto con sus compañeros, en una medida absurda que destrozó a nuestro básquet por medio siglo.
En el medio, Uder fue dos veces representante olímpico (Londres 1948 y Helsinki 1952) y ganó dos medallas de plata en los Juegos Panamericanos (Buenos Aires 1951 y México 1955). En los últimos tiempos se le había hecho costumbre recibir homenajes y hoy fue grande el golpe al enterarnos que falleció a los 93 años. La pelota naranja, esa que lo hizo grande, lo va a extrañar un montón.
Alero de gran temperamento surgido de Ñandú y que hizo historia en Racing, había debutado en la selección en 1947 y vistió la camiseta nacional hasta 1955, un año antes de que la Revolución Libertadora lo suspendiera de por vida junto con sus compañeros, en una medida absurda que destrozó a nuestro básquet por medio siglo.
En el medio, Uder fue dos veces representante olímpico (Londres 1948 y Helsinki 1952) y ganó dos medallas de plata en los Juegos Panamericanos (Buenos Aires 1951 y México 1955). En los últimos tiempos se le había hecho costumbre recibir homenajes y hoy fue grande el golpe al enterarnos que falleció a los 93 años. La pelota naranja, esa que lo hizo grande, lo va a extrañar un montón.
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