El dato, desde hace un tiempo, es que ese torneo levantó la prohibición para pagarle a sus jugadores, por lo que ya dejó de ser un certamen amateur. Y si bien los basquetbolistas no perciben técnicamente un salario sino "derechos de imagen", lo que reciben puede ser muy superior a lo que cobrarían jugando en clubes europeos en este momento de su carrera.
Así las cosas, el principal proyecto de los últimos años en el básquet de La Plata, una de las joyas del deporte argentino, el pibe que fue elegido en el segundo quinteto del último Mundial U19, no volverá a jugar en el país por un buen tiempo. Eso ya se sabía.
Ahora, no hay que esperar que llegue mañana mismo a la NBA, ni que aparezca por arte de magia en la selección mayor, ni que sea el nuevo Luis Scola. Por delante tiene un nuevo desafío, que es el más importante de su corta carrera. Y desde acá vamos a hacer fuerza, sin apurar los plazos, para que le vaya muy bien. (Imagen prensa Michigan)
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