Fueron cinco partidos en ocho días y con ellos se cerró la preparación de la selección argentina en Europa, sin torneos internacionales en lo inmediato pero con sensaciones positivas. Al menos, después del golpazo que significó perder 73-63 ante Portugal en el primero de ellos. Pero luego siguieron triunfos ante Gran Bretaña (85-70 el sábado), Sudán del Sur (81-72 el lunes) y el mismo Portugal (78-61 ayer), por lo que se fue cambiando la cara con el correr de los encuentros. Y esta tarde se cerró con otra caída, esta vez por 76-72 ante España en Guadalajara, pero la jerarquía del rival (que está lejos del campeón mundial de 2019, pero va a ser parte de los Juegos Olímpicos) hace que sea valorable haberle jugado de igual a igual. En un proceso donde hubo convocados que no dieron el presente (Francisco Caffaro y Lee Aaliya) y otros que se entrenaron pero no jugaron (Gabriel Deck y Luca Vildoza), las mejores noticias pasaron por el buen nivel físico de Patricio Garino, la evolución evidente de Juan Fernández y los pasos al frente de Juani Marcos, Gonzalo Bressán, Gonzalo Corbalán y Santiago Trouet, que empiezan a ganarse un lugar fijo en el grupo de mayor, donde Campazzo, Laprovíttola y Nicolás Brussino ya no necesitan demostrar nada. Claro, la verdad estará cuando se vuelva a jugar por los puntos y para eso falta mucho: sería recién en noviembre, cuando se retomen los Clasificatorios para la Americup, donde es un hecho que no estará Pablo Prigioni para dirigir al equipo y es un misterio quién va a ocupar su lugar. (Foto prensa CAB)
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