martes, 30 de abril de 2019

El Mundial que jugaron Beto, Finito y Ferrari

Fue en el otoño de 1966, la selección nacional no se había clasificado a los Juegos Olímpicos de 1964 y hacía casi tres años que no se juntaba. En Uruguay tenía que jugarse el quinto Mundial de la historia, pero por la situación política los charrúas pidieron postergarlo y se disputó al año siguiente. Así, el que tomó la posta fue Chile y organizó lo que se dio en llamar el Mundial Extra de 1966, en el que debutó el platense Miguel Angel Ripullone como DT y armó este equipo que se ve en la foto, con José Ignacio De Lisazo, Hugo Borelli, Ernesto Gehrmann, Roberto Requi, Tomás Sandor, Jorge Denis (arriba), Alberto Pedro Cabrera, César Loustau, Carlos Ferrari, Luis Armendáriz, Alfredo Feresín y Carlos Mariani (abajo). El Beto, Finito y el Loco Ferrari fueron algunos de los que debutaron en este certamen, y este último fue el primer platense que se ponía la camiseta nacional después de que Oscar Pérez Cattáneo lo hiciera en Londres 1948.

Aunque hoy resulte increíble la ronda campeonato se jugó al aire libre, en el Estadio Nacional de Chile y el partido decisivo que consagró a Yugoslavia tuvo que suspenderse dos veces por la lluvia. Argentina terminó último sobre 13 equipos, en un clima de gran desorganización. En el grupo B, disputado en Curicó, perdio 81-70 con España, 73-70 con Puerto Rico y 74-57 con la Unión Soviética y después pasó a la Ronda Consuelo en Puntas Arenas, donde le ganó a Perú (68-61) y Puerto Rico (66-57), pero perdió con México (83-73), Panamá (75-69) y Paraguay (69-65 en suplementario). Eran otros tiempos y la FIBA no lo reconoció como un torneo oficial, porque los equipos llegaron por invitación y no por clasificarse. Con ese detalle, fue la única ocasión en que la selección nacional tuvo un entrenador y un jugador de La Plata, en aquel campeonato que terminó el 30 de abril de 1966, y del que hoy se cumplen 53 años.

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