La imagen que captó la lente de Demián Schleider es el fiel reflejo del sueño de todo el país basquetbolero, que por estas horas no piensa en otra cosa que en el partido que va a dar comienzo a las 9 de la mañana. Y no es para menos: Argentina se mide con España en la final del mundo, un sueño impensado hace un par de semanas pero cada vez más palpable gracias a la enorme Copa del Mundo que están jugando Scola, Campazzo y compañía. La selección nacional estará por tercera vez en la historia en el duelo decisivo de un Mundial, después del que ganó en 1950 y del que le arrebataron en 2002. Enfrente habrá un equipo que viajó a China con este partido entre ceja y ceja, y que conoce a nuestros jugadores como nadie, pero el equipo del Oveja viene volteando muñecos y desafiando todos los pronósticos. La hinchada va a alentar y más de 40 millones se van a ir a dormir (los que puedan hacerlo) soñando con ser campeones del mundo. Unos pocos privilegiados estarán en el estadio. El resto, a seguirlo por la TV Pública, TyC Sports o DirecTV. Prohibido quedarse dormido. (Foto Demián Schleider/infoliga.com.ar)
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