La hora más gloriosa de la Cueva

La imagen todavía está en las retinas de cada fanático de Universal que estuvo hace tres décadas en la cancha de Náutico Ensenada. Marcelo Pereyra ya cortó la red y empieza a encabezar la vuelta olímpica cuando el club se consagró por segunda vez campeón del básquet platense. Fue tras ganarle en dos tiempos suplementarios a Atenas en el encuentro decisivo de aquella final que la Cueva empezó perdiendo 75-52 en calle 13, pero que luego empató ganando 65-63 en su vieja cancha de baldosas de la planta baja, al pie del escenario que vio debutar a Virus. El tercer y definitivo encuentro parecía perdido, pero Luciano Granda lo empató con un triple desde atrás de la mitad de la cancha para forzar el primer tiempo extra. Fue empate en 66 y luego en 71, hasta que la moneda cayó para el lado de los de Ricardo Conti con el 81-78 al final de la segunda prórroga. El Pato y Lucho fueron los héroes de aquel plantel que tuvo a Marcelo Cabral, el Gallo Cocca, Sebastián Pagano, Luciano Gimeno, Gustavo Paolini, Diego García, Sebastián Díaz y Guillermo Romero, que se asoma en la foto. Fue el 7 de diciembre de 1994, hace exactamente 30 años, y los festejos se prolongaron hasta bien entrada la madrugada en la calle 25, que hace muy poco volvió a emocionarse con el reencuentro de aquellos campeones. (Foto diario El Día)