El entrenador merece un capítulo aparte, porque era de La Plata y nos dejó hace cuatro décadas, pero siempre hay que tenerlo presente: fue Miguel Angel Ripullone, el arquitecto de ese gran equipo y con un largo camino en el banco nacional. Su primera vez la tuvo en el Mundial Extra de Chile en 1966, luego dirigió dos Mundiales (1967 y 1974), los Juegos Panamericanos de 1979 y dos Sudamericanos, siendo campeón en Bahía Blanca 1979. Allí empezó a delinear la base para el Preolímpico, donde reunió un mix de experiencia y juventud que se terminó subiendo al podio y logró una de las tres plazas en juego, junto a Puerto Rico y Canadá. Al final viajaron Brasil y Cuba (a los que Argentina les había ganado fácil) y ambos terminaron entre los seis primeros en los Juegos Olímpicos, señal de que los nuestros hubieran hecho un muy buen papel.
domingo, 8 de agosto de 2021
Los olímpicos que no fueron
Hoy se cierra Tokio 2020 y es tiempo de homenajear al equipo del póster, víctima de una de las grandes injusticias de la historia de nuestro deporte. Fue la selección nacional de 1980, que se clasificó a los Juegos Olímpicos de Moscú, pero que después no pudo concurrir porque la dictadura se plegó al boicot de Estados Unidos a la Unión Soviética. Carlos González, Luis González, Gustavo Aguirre, Gabriel Milovich, Jorge Martín, Adolfo Rubén Perazzo (arriba), José Luis Pagella, Miguel Cortijo, Carlos Romano, Eduardo Cadillac, Mauricio Musso y Carlos Raffaelli (abajo) merecen honor eterno por aquel torneazo que hicieron en Puerto Rico, logrando el pasaporte que Argentina no conseguía desde 1952 y que no volvió a repetir hasta 1996, cuando asomaban los primeros miembros de la Generación Dorada y la Liga Nacional tenía una década de vida.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario