Hace 49 se puso por primera vez la camiseta del club para jugar en Mini y no se la sacó nunca más. Claudio Carloni para todos es el Chiva y es un emblema de Náutico Ensenada, donde fue jugador, monitor, entrenador y alguien que siempre estaba dispuesto a dar una mano allí donde era necesario. Y si en algún momento trabajó en Villa San Carlos y en Juventud como DT de formativas, siempre fue un Sabalero de alma. Por eso volvió para enseñarle a los chicos de Minibásquet y en los últimos años lo hizo sin cobrar un peso, poniendo su tiempo a disposición de la institución donde se formó como persona y hombre de bien. Centenares de pibes han pasado por sus manos, mientras las viejas glorias del club lo siguieron teniendo como referente en cada Peña del Básquet. De voz potente, piernas chuecas y manos siempre dispuestas, supo unir generaciones y su presencia se va a extrañar: ya no seguirá entrenando porque este año decidió retirarse. Y la familia de Náutico lo colmó de plaquetas y regalos, como se merecía alguien que se hizo querer hasta transformarse casi en un sinónimo del club. (Foto prensa Náutico Ensenada)
Un Crack el Chiva. Gran persona sobre todo!!! Abrazo grande ídolo, desde Tolosa. RJM
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