Hermanos de camiseta

El copyright del título le pertenece a Hugo Sconochini, el capitán de la gesta de Atenas 2004 y sirve para ilustrar el vínculo intacto entre el mejor equipo de la historia de nuestro deporte y el público que colmó las tribunas del Parque Roca para ser parte del último baile, aun sin saber qué era lo que se iba a encontrar en la noche de anoche. La Generación Dorada se reencontró 20 años después de la medalla de oro olímpica para recibir el afecto del público en un evento que tuvo de todo y que, hay que decirlo, es una pena enorme que solo haya tenido una única función. Hubo un partido informal entre ellos y con invitados, hubo figuras del básquet y otras bien lejanas al ambiente, hubo aplausos, emoción y llantos, hubo momentos inolvidables como el reconocimiento a Ricardo González, el capitán de los campeones del mundo de 1950, que a sus 99 años no se lo quiso perder. Una noche, volvió a juntarse la Generación Dorada. Aquellos hermanos de camiseta se vistieron de celeste y blanco por última vez. Y la nostalgia, es inevitable, acaba de entrar en escena.