YPF no merece estar así

Fue una institución modelo en la ciudad y el país, pero la privatización de la empresa en los años 90 llevó a que una de las mejores canchas de la región se haya transformado en un gigante en ruinas. El Club YPF cerró en 1994 y allí, en el límite entre Berisso y Ensenada, lo que siguieron fueron casi tres décadas de abandono. Las piletas se taparon con tierra, las instalaciones fueron presa del vandalismo, el predio perdió su sentido original y así luce su gimnasio hoy: como un improvisado estacionamiento con chapas que en cualquier momento pueden caerse como ya lo han hecho otras. Ayer mismo un grupo de familias se dio cita en la puerta del que fue su club y sueña con recuperarlo. Ojalá lo consigan. (Foto www.berissociudad.com.ar)