lunes, 1 de diciembre de 2025

Una paliza Mundial

El jueves habían jugado un partido mucho más parejo y esta vez Argentina quería demostrar la verdadera diferencia que hay entre un equipo y otro. Y en el reencuentro con su público lo pudo lograr con creces: en su segundo partido por los Clasificatorios al Mundial le ganó 105-49 a Cuba, que apenas fue rival un cuarto y medio, con Joan Gutiérrez Conde como titular y una intensidad que el visitante no pudo sostener más de 15 minutos. Promediando el segundo chico la selección nacional ganaba apenas 25-24, pero metió un parcial de 16-3 para irse al descanso largo 14 puntos arriba (41-27) y encima arrancó con un parcial de 13-0 el tercer cuarto, con lo que dobló en el tablero a su rival (54-27) y liquidó la historia mucho antes de la chicharra. Claro, la diferencia era importante y la selección lo hizo sin tenerle piedad a los caribeños, con seis jugadores en doble dígito (Deck, Caffaro, Brussino, Corbalán, Fernández y Negrete) y buenos minutos finales de Lee Aaliya, que anotó cinco tantos y le puso el broche de oro a la paliza con un triple en el cierre. En la zona de prensa de Obras Sanitarias, los peroidistas se preguntaban si era la mayor diferencia de la historia en un partido internacional. Y si no lo es, le faltó poco. Fue una auténtica paliza Mundial. (Foto FIBA)

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