domingo, 13 de septiembre de 2015

Te esperamos en Brasil

Las cámaras de la televisión lo enfocaban a cada rato de la semifinal y la final del Preolímpico y no era para menos. Es que la imagen de Emanuel Ginóbili es demasiado grande cuando se habla de básquet, y tenerlo al lado de la cancha cuando Argentina se jugaba su boleto olímpico era demasiado fuerte. Con el objetivo cumplido, y el lugar en Río 2016 asegurado, es imposible no ilusionarse. El año pasado, Manu se quedó con las ganas de despedirse de la selección nacional jugando el Mundial de España y le quedó la espina clavada. ¿Por qué no soñar con tenerlo el año que viene jugando sus cuartos Juegos Olímpicos? El país basquetbolero está esperando volver a verlo como compañero del Chapu Nocioni, otro guerrero que tiene cuerda para rato. (Foto FIBA Américas)

No hay comentarios:

Publicar un comentario