Con la número 12 y rodeado de pibes se lo ve en la imagen a Roberto López, que volvió a vestirse de jugador a los 47 años para compartir la cancha con su hijo y no pudo hacerlo anoche en la final de la Primera B de la Liga Rosarina porque "Lautaro está de viaje, me dejó solo y jugando más minutos", como le contó al colega David Ferrara. Pero así y todo se dio un gusto de aquellos en San Telmo de Funes, que por primera vez en su historia ascendió a la Primera división de Rosario y lo hizo como campeón, tras ganarle 59-58 a Unión Sionista en una final para el infarto que se jugó en la cancha de Sportivo América, donde se formó y donde había jugado por última vez antes de venir a jugar a La Plata. 23 años después de hacer subido con Gimnasia a la Liga Nacional y 20 años después de haber dejado el Lobo, el pivote aseguró que seguirá jugando en la máxima categoría de su ciudad ("al menos hasta fin de año"), por lo que ésta no será la última nota que publiquemos en 3.05 sobre él. (Foto elciudadanoweb.com)
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