Ya nada será igual

Todo concluye al fin y lo cierto es que este final se estiró mucho más allá de lo que estaba previsto. Pero desde hace un par de días se sabía que las semifinales eran inalcanzables y así lo fueron. Argentina perdió ante Estados Unidos y quedó eliminada de los Juegos Olímpicos, pero mucho más importante que eso es que la derrota le pone fin al período más brillante de la historia de nuestro básquet. Ginóbili y Nocioni anunciaron su retiro de la selección y con ellos se van el mayor talento y el mayor guerrero de la Generación Dorada, ésa que cambió el básquet FIBA para siempre. Luis Scola ya avisó que él no se baja y eso es una buena noticia, igual que la consolidación de Campazzo y la aparición de los pibes que van a tomar la posta, como Garino, Brussino, Deck, Vaulet, Delía, Acuña o Vildoza. Pero fue inevitable que la jornada de ayer se tiñera de nostalgia. Hasta lo vivieron así los mismos yanquis, que aprendieron de los nuestros la fórmula del trabajo en equipo y la planificación a largo plazo. Lo dijimos hace dos años y lo repetimos ahora: Gracias por todo, amigos. Nos dieron mucho más de lo que habíamos soñado. (Foto fiba.com)