La clínica del doctor Magnano

Llegó la tarde del sábado y ahí estaba él, Rubén Pablo Magnano. Didáctico, temperamental, apasionado, sabio. El único entrenador en la historia de América Latina que pudo hacer de su equipo un campeón olímpico estuvo después de 15 años en La Plata, compartiendo sus conocimientos con los entrenadores de la ciudad y todos los que se acercaron a aprender con él, como por ejemplo Cristian Santander, el DT de la selección nacional femenina. El Dante Demo se dio el gran lujo de contar con su presencia y la ciudad volvió a disfrutarlo después de mucho tiempo. Con más canas y un enorme recorrido a sus espaldas, el cordobés sigue alimentando el legado de la Generación Dorada y sigue siendo un tipo agradecido. Por eso apenas pudo usar el micrófono le agradeció "a los clubes, esa fuente generadora de educación". Un grande que ojalá pueda volver pronto. (Foto diario El Día)