Meridiano quedó cero kilómetro

Costó mucho, y en Meridiano Vº lo tienen clarísimo. Fueron meses de trabajo, de sumar voluntades, de juntar peso sobre peso. De buscar cancha para ir a entrenar, porque en la de calle 67 las prioridades habían pasado a ser otras. Había que renovar el parquet, había que ponerlo a punto, había que hacer todo lo que fuera necesario para que quedara de la mejor manera. Fue mucha la gente que puso el hombro, que le restó horas a la familia, que estuvo en el club porque había que poner el hombro y estar. Los resultados están a la vista y el Quinto volverá a entrenar esta tarde en su cancha. El piso está listo para recibir los sueños de todos los pibes, para esperar a todas las pelotas naranjas que volverán a picar al unísono. La madera está cero kilómetro y el barrio está contento, como tiene que ser.